La DEA decomisa cargamento en un vehículo que ya había utilizado para trasportar narcoticos


Un camión con placas 8WCA718 ya se encontraba en la base de datos de la DEA, pues anteriormente en este vehículo se movieron 1,772 libras de metanfetamina por una garita fronteriza en California el 12 de mayo.

La gran sorpresa fue que un cartel usó ese mismo vehículo para volver a transportar droga. Sucedió el jueves por la tarde, cuando el camión pasó una vez más por la garita comercial de Otay, en la frontera entre México y San Diego. El registro de las placas encendió de inmediato las alertas y varios policías antinarcóticos y un helicóptero lo siguieron hasta una bodega clandestina millas más adelante.

El resultado del operativo es el mayor decomiso de metanfetamina que se haya registrado en San Diego: más de 5,000 libras del narcótico en 148 paquetes. Cuatro hombres de Tijuana fueron arrestados.

“Este es un logro significativo de nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley”, declaró el fiscal federal Randy Grossman en un comunicado.

“Esta incautación monumental representa otra victoria contra los carteles de la droga que alimentan la adicción en Estados Unidos”, dijo por su parte Shelly Howe, a cargo de la oficina de la DEA en San Diego.

Los cuatro detenidos son Rafael Alzua, Ethgar Velázquez, Mario Contreras y su hermano Galdrino Contreras, de entre 37 y 44 años. Todos son originarios de Tijuana, México.

Una declaración jurada de la DEA describe cómo estos presuntos narcos realizaron varias maniobras para tratar de detectar si los estaban siguiendo policías hasta una casa en la calle 30 de National City. Siguieron al camión desde la frontera en un auto compacto y recorrieron la zona en busca de agentes encubiertos antes de bajar la droga, oculta en cajas de cartón, y colocarla en una vagoneta.

No se dieron cuenta de que un helicóptero del Departamento de Alguaciles del condado de San Diego los siguió por la carretera 5, apoyando a patrullas no marcadas que iban tras ellos a cierta distancia.

Cuando los sospechosos descargaban la mercancía, los policías decidieron actuar temiendo que se fueran con la droga. La zona se llenó de uniformados y agentes encubiertos. Dos traficantes fueron detenidos en el lugar y otros dos mientras trataban de huir a pie. Cada uno dio una versión distinta.

Alzua afirmó que solo le habían pedido ayuda para mover unas cajas. Los hermanos Contreras aseguraron que solo sabían que estaba participando en el tráfico de marihuana y que recibirían una paga por ello. Mientras que Velázquez declaró que lo invitaron a mover unas cosas que estaban en un camión y que cruzó la frontera por la garita peatonal. Pero cuando los detectives le preguntaron si sabía qué había en el interior de las cajas dijo que “sería marihuana”.

La acusación no identifica al conductor del camión, quien aparentemente coopera con las autoridades.

Los cuatro detenidos enfrentan un cargo de conspiración para distribuir metanfetamina. Este delito conlleva una condena mínima obligatoria de 10 años de prisión y una máxima de cadena perpetua, así como una multa de 10 millones de dólares.

La cantidad de droga que trataban de pasar se habría vendido en las calles en más de 24 millones de dólares (un kilo se ofrece hasta en 11,000 dólares en el noreste de EEUU).

Se desconoce qué cartel está ligado a este cargamento, pero en Tijuana operan los dos más grandes de México: el de Sinaloa y el de Jalisco.


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