Markitos Toys niega nexos con crimen organizado
Influencer asegura que sus ingresos son lícitos y rechaza acusaciones
El influencer sinaloense Markitos Toys, conocido por su estilo de vida ostentoso y su popularidad en plataformas digitales, negó públicamente cualquier vínculo con el crimen organizado. La polémica surgió luego de que se le relacionara con una facción del Cártel de Sinaloa y se le acusara de participar en actividades de lavado de dinero.
A través de un mensaje difundido en sus redes sociales, Markitos Toys afirmó: “Jamás he lavado dinero para nadie. Lo que sí he hecho con mi dinero es apoyar a quien lo necesita, y lo hago por gusto, no por quedar bien con nadie”. Esta declaración llegó tras la difusión de imágenes y videos donde aparece con Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, exjefe de seguridad de una célula liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Relaciones cuestionadas y estilo de vida polémico
Aunque el influencer admitió una relación de amistad con “El Nini”, insistió en que esta conexión es de carácter personal y que no ha tenido ninguna participación en actividades ilegales. Subrayó que sus ingresos provienen exclusivamente de su canal de YouTube y de negocios formales como su línea de ropa y su presencia en eventos.
No obstante, su vida pública ha estado rodeada de controversia. En sus redes sociales, Markitos Toys suele compartir contenido donde presume automóviles de lujo, grandes cantidades de dinero en efectivo y, en algunas ocasiones, armas. Este tipo de publicaciones ha provocado críticas y sospechas sobre el origen de su fortuna.
La polémica se intensificó en noviembre de 2024, cuando dos locales de Ranch Roll, una cadena de restaurantes presuntamente ligada al influencer, fueron incendiados en Culiacán. Aunque no se ha confirmado su responsabilidad en el hecho, el incidente se sumó a otros que han puesto su figura en el foco público y mediático.
Entre el éxito digital y la narcocultura
A pesar de no existir hasta ahora una acusación formal por parte de las autoridades, el caso ha abierto un debate sobre el papel de las redes sociales en la visibilidad del crimen organizado. La presencia y popularidad de figuras como Markitos Toys genera preocupación en sectores de la sociedad por la posible normalización de relaciones con personajes vinculados al narcotráfico.
Mientras algunos seguidores lo defienden como un joven emprendedor que ha sabido monetizar su fama, otros lo critican por promover un estilo de vida que alimenta la llamada narcocultura. Su caso representa una muestra de cómo el crimen organizado puede tener influencia indirecta en el mundo digital, especialmente en zonas donde estas estructuras criminales operan con amplia presencia.
Por ahora, Markitos Toys mantiene su postura: niega cualquier nexo ilícito y asegura que todo lo que posee proviene de su esfuerzo en el entretenimiento digital.