¡Cirujano se congela las piernas para estafar!
Horror en Reino Unido: autoamputación, fraude millonario y pornografía extrema
Londres, Reino Unido. Un escándalo sacude a la comunidad médica británica tras la impactante historia de Neil Hopper, un reconocido cirujano vascular que congeló deliberadamente sus piernas con hielo seco para estafarse a sí mismo con una jugosa indemnización de casi medio millón de libras esterlinas.
El caso del cirujano amputación Reino Unido ha provocado repulsión y estupor entre los ciudadanos. Hopper, de 49 años, indujo intencionalmente una infección severa tras aplicar hielo seco a sus extremidades inferiores. El resultado: ambas piernas amputadas por debajo de la rodilla. Pero eso fue solo el principio de esta escalofriante historia.
El fraude disfrazado de tragedia
El cirujano del NHS (Servicio Nacional de Salud) en Cornualles no tardó en mover sus fichas. Con lágrimas falsas y papeles médicos en mano, reclamó ante aseguradoras que todo fue un accidente, logrando embolsarse más de £467,000 en compensaciones por discapacidad.
Pero la verdad, como en una película de terror, estaba por salir a la luz.
Una investigación de la policía, en colaboración con peritos psicológicos y expertos en crimen digital, descubrió la perversa verdad detrás de su aparente desgracia: Hopper sufría de apotemnofilia, un raro trastorno en el que la persona siente un deseo obsesivo por amputarse partes del cuerpo.
Contacto con una red secreta de mutilación
Lo más perturbador del caso fue su conexión con una red subterránea de modificación corporal extrema. Hopper buscó ayuda de un infame personaje apodado “El Hacedor de Eunucos”, Marius Gustavson, conocido por sus métodos ilegales y extremistas. Fue este sujeto quien le habría dado instrucciones para congelarse las piernas de forma efectiva y evitar ser descubierto.
Durante la investigación, además, las autoridades encontraron material de pornografía extrema en sus dispositivos personales, agravando aún más su situación legal.
Sentenciado y expuesto ante el país
El escándalo llegó a su punto culminante cuando un tribunal lo condenó a 32 meses de cárcel por fraude y posesión de contenido ilegal. El hospital donde trabajaba se deslindó del caso, aunque aseguró que no hay evidencia de que Hopper haya dañado a pacientes durante su carrera profesional.
Aun así, la indignación pública no ha cesado. Expertos aseguran que este caso no solo pone en evidencia un trastorno mental raro y peligroso, sino que abre la puerta a cuestionamientos sobre los vacíos en los sistemas de seguros y salud.
¿Quién vigila a los que deben cuidarnos?
Vecinos, pacientes y colegas han quedado atónitos ante el caso. ¿Cómo pudo alguien en una posición tan respetada urdir un plan tan retorcido? ¿Hasta dónde puede llegar una obsesión no tratada? Y sobre todo, ¿cómo evitar que psicopatías así se oculten bajo una bata blanca?
Mientras el Reino Unido procesa este oscuro episodio, las aseguradoras comienzan a revisar sus protocolos para evitar fraudes tan elaborados y retorcidos como el de Neil Hopper.