Norma Angélica “N” fue detenida y trasladada al penal de Santa Martha Acatitla; suman 14 arrestos por el asesinato de colaboradores de Clara Brugada

El caso que estremeció a la Ciudad de México dio un giro impactante. Norma Angélica “N”, señalada como presunta cómplice en el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, fue detenida y enviada al penal de Santa Martha Acatitla, según información del periodista Antonio Nieto. Esta captura se suma a una cadena de arrestos que ya alcanza a 14 personas, todas involucradas en el crimen que sacudió al equipo de la entonces jefa de Gobierno, Clara Brugada.

Las autoridades apuntan a Norma Angélica “N” como colaboradora directa de los autores materiales del ataque, tanto en la planeación como en el encubrimiento posterior. El caso, que permanece abierto desde el 20 de mayo, continúa generando revelaciones que exponen una red bien estructurada detrás del doble homicidio.

La investigación revela una operación con niveles alarmantes de coordinación: vehículos, teléfonos desechables, rutas de escape y logística detallada. En el crimen participaron al menos cinco automóviles, y se ejecutaron tareas paralelas como la recarga de celulares, vigilancia de los movimientos de las víctimas y ocultamiento de evidencias tras el ataque.

El asesinato ocurrió a plena luz del día, en la Calzada de Tlalpan, colonia Moderna. Ximena Guzmán, secretaria particular de Brugada desde 2023, acudió al lugar para recoger a José Muñoz, asesor clave del equipo político. En ese momento, un sujeto armado con pistola calibre 9 mm y silenciador abrió fuego sin piedad. Ocho balas impactaron a Guzmán y cuatro a Muñoz. Murieron en el acto.

Los primeros arrestos se dieron semanas después. Entre los implicados están Jesús “N” y Arlet “N”, acusados directamente de ejecutar el ataque, y Nery “N”, quien habría coordinado parte de la operación. La mayoría permanece en prisión preventiva, enfrentando cargos por homicidio, asociación delictuosa y delitos contra la salud.

Conforme avanza la investigación, la Fiscalía capitalina mantiene abiertas varias líneas para descubrir al autor intelectual. Hasta ahora, el presunto tirador continúa prófugo, pero las autoridades intensifican los cateos, análisis de comunicaciones y seguimiento a nuevos sospechosos.

La detención de Norma Angélica “N” se convierte en una pieza clave. Su presunta participación abre nuevas pistas sobre la planificación del crimen y el alcance de los recursos utilizados. La presión mediática y la conmoción social generada por el caso han empujado a las autoridades a actuar con rapidez.

El asesinato de los colaboradores de Clara Brugada no solo evidenció vulnerabilidades en la seguridad urbana, sino también el nivel de organización con el que ciertos grupos operan en la capital. La sociedad exige justicia y respuestas claras, mientras el caso sigue desarrollándose.

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