Sacerdote asesinado en Guerrero
¿Cómo ocurrió el crimen que sacude a México?
El brutal asesinato del sacerdote Bertoldo Pantaleón Estrada, párroco de la comunidad de Mezcala, en Guerrero, ha causado indignación y horror en todo el país. De acuerdo con las primeras investigaciones, el responsable habría sido su propio chofer, un hombre de confianza que lo acompañaba en sus recorridos pastorales.
El secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, confirmó este martes que la principal línea de investigación apunta directamente al chofer del religioso. “Todo indica que lo mató dentro de su camioneta”, reveló durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El cuerpo del sacerdote fue encontrado con múltiples impactos de bala, tras haber desaparecido durante el fin de semana. La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa dio la alerta el lunes, pero horas después se confirmó la tragedia: el padre Bertoldo había sido asesinado a sangre fría.
¿Por qué lo mataron?
Aunque el crimen ya tiene un principal sospechoso, las autoridades aún no logran definir el motivo. Harfuch afirmó que el sacerdote no había recibido amenazas ni estaba involucrado en ningún conflicto conocido. “El móvil no lo tendríamos todavía”, reconoció el funcionario, mientras las autoridades intensifican la búsqueda del asesino.
La presidenta Sheinbaum informó que la Secretaría de Gobernación, dirigida por Rosa Icela Rodríguez, mantiene comunicación directa con la Iglesia Católica, ante el impacto que el caso ha generado en los feligreses y líderes religiosos.
México en shock por otro crimen contra un sacerdote
El asesinato del padre Bertoldo ha encendido nuevamente las alarmas sobre la violencia que azota al país, incluso en espacios sagrados. Aunque los homicidios han disminuido en cifras oficiales, la crueldad de los ataques y la impunidad reinante mantienen en vilo a la sociedad mexicana.
En Guerrero, sacerdotes y obispos han intentado mediar con grupos criminales para evitar enfrentamientos, pero sus esfuerzos se ven opacados por hechos como este. Muchos líderes religiosos ya temen por su seguridad.
Este caso recuerda al del padre Marcelo Pérez, asesinado hace un año en Chiapas. Aunque el autor material fue capturado, nunca se supo quién ordenó matarlo.
Ahora, el crimen del padre Bertoldo deja un mensaje estremecedor: ni los hombres de fe están a salvo. Mientras tanto, la comunidad católica exige justicia y el país entero observa con rabia e impotencia cómo la violencia vuelve a golpear donde menos se espera