Fuga en el Pacífico podría detonar un megaterremoto, advierten científicos

¿Qué hallaron los científicos frente a Oregón?

Investigadores de la Universidad de Washington detectaron una fuga submarina en el fondo del océano Pacífico, cerca de la costa de Oregón, que podría afectar la estabilidad sísmica de la región. El hallazgo se produjo en el Oasis de Pythia, un área donde la placa tectónica de Juan de Fuca se desliza bajo la placa norteamericana, acumulando energía que podría generar sismos de magnitud superior a 9.

Según el oceanógrafo Evan Solomon, el fenómeno funciona como “una ventana directa al interior de la Tierra”. Durante la expedición, los científicos observaron burbujas ascendiendo desde el lecho marino, lo que permitió identificar un flujo de líquido menos salado, expulsado a gran presión, que podría influir en la fricción entre las placas tectónicas.

¿Por qué los fluidos submarinos son importantes?

Los fluidos tectónicos actúan como amortiguadores naturales, reduciendo la fricción entre las placas. Si desaparecen, la fricción aumenta y los bloques rocosos pueden atascarse, incrementando el riesgo de un megaterremoto. Los registros geológicos muestran que el último evento significativo en Cascadia ocurrió en 1700, con un sismo cercano a magnitud 9 y un tsunami que afectó desde California hasta Japón.

Los expertos advierten que, aunque la fuga no representa un peligro inmediato, su evolución podría modificar la dinámica sísmica en las próximas décadas. En un escenario extremo, ciudades como Seattle, Portland y Vancouver, junto a localidades costeras del noroeste del Pacífico, podrían sufrir daños graves en infraestructura crítica, incluyendo puertos, carreteras y redes eléctricas, además de la generación de tsunamis.

¿Cómo se prepara la región ante el riesgo?

El descubrimiento refuerza la necesidad de fortalecer sistemas de monitoreo sísmico y planes de preparación ante desastres naturales. Comprender el comportamiento de los fluidos subterráneos es clave para anticipar la magnitud de futuros eventos tectónicos.

Solomon concluyó: “No se trata de alarmar, sino de entender lo que la Tierra nos muestra. Cada fuga o burbuja puede indicar la presión que se acumula bajo nuestros pies”.

El hallazgo subraya la importancia de la ciencia preventiva y la vigilancia continua para proteger a las poblaciones del noroeste del Pacífico frente a posibles catástrofes naturales.

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