Golpe internacional contra red criminal en España
¿Cómo inició el operativo que terminó derribando a la red criminal?
La Policía Nacional de España desmanteló una presunta oficina de un grupo de crimen organizado internacional que operaba silenciosamente en su territorio. La acción se coordinó con la DEA de Estados Unidos y autoridades de Países Bajos, después de que una investigación avanzó durante meses.
Todo comenzó cuando los agentes detectaron un cargamento sospechoso a inicios de año. El envío llegó oculto en maquinaria industrial de gran peso, lo que levantó múltiples alertas. A partir de ese momento, y mientras la red intentaba mover su logística, los investigadores siguieron rutas, movimientos y vínculos que confirmaron que el grupo buscaba ampliar su presencia en Europa.
Conforme se acercaba la llegada de un nuevo cargamento, las autoridades observaron la llegada de representantes procedentes de México, enviados para reforzar operaciones. Ese dato aceleró el cerco policial y permitió cerrar la investigación.
¿Quiénes cayeron en el operativo?
Las autoridades detuvieron a 20 personas, entre ellos mexicanos, españoles, colombianos y sujetos relacionados con la mafia napolitana. Sin embargo, uno de los objetivos centrales fue un empresario español, cuya red corporativa funcionaba, según la investigación, como vehículo para ingresar drogas sin levantar sospechas.
Durante los cateos, los agentes aseguraron 1,870 kilos de cocaína, 375 kilos de anfetamina, 275 mil euros en efectivo, criptomonedas por 15 mil dólares, 14 kilos de plata, tres armas cortas y 15 vehículos. Esta evidencia mostró la magnitud de la estructura y el nivel de inversión criminal que operaba en el país.
Además, el operativo se ejecutó en dos fases: la primera se enfocó en capturar al núcleo operativo y la segunda desmontó puntos clave de distribución situados en Valencia y el País Vasco, desde donde se movía mercancía hacia diferentes destinos europeos.
¿Por qué este golpe es uno de los más fuertes para el crimen organizado en Europa?
Las autoridades españolas calificaron la operación como uno de los golpes más contundentes de los últimos años contra una red de crimen organizado internacional. Esto se debe a que el grupo preparaba la llegada de un cargamento millonario y, además, incorporaba nuevos operadores para reactivar su estructura y convertir a España en un centro logístico clave.
Por esta razón, las agencias involucradas consideran que la intervención frena, al menos de forma temporal, la expansión del grupo en Europa, ya que desarticula su red de distribución y corta una cadena de tráfico que buscaba consolidarse en el continente.
