Exige Alejandro Martínez Araiza justicia salarial, mientras opera el SNAC en opacidad de gastos

Alejandro Martínez Araiza se cuelga del debate del aguinaldo sin ISR para posar como defensor del salario, pero su “bandera social” es puro maquillaje; detrás está uno de los expedientes más turbios del sindicalismo: un SNAC heredado, manejado como negocio familiar y hundido en opacidad porque no rinde cuentas a agremiados y gobierno de la 4T.

No ha explicado 500 millones desaparecidos, la venta clandestina de la sede por 10 millones ni el destino de 353 millones al año en cuotas que descuenta sin auditoría. A la orden del CFCRL para aclarar el desfalco simplemente no respondió. Medio año de silencio.

Y mientras presume justicia, opera una “plataforma sindical” registrada a su nombre, que funciona como tienda de raya digital: cada trabajador paga por usarla, con descuentos obligatorios, créditos abusivos y servicios que casi nadie recibe.

Su repentino protagonismo no es solidaridad: es un intento desesperado de lavar su imagen, desviar la atención y montar una cortina de humo para evitar rendir cuentas.

¿Cómo puede hablar de defender a los trabajadores quien convirtió al SNAC en un negocio personal y en una caja chica que nadie puede auditar?

La falta de transparencia y rendición de cuentas es tal, que no los miembros del comité ejecutivo del sindicato y mucho menos las autoridades laborales que encabezan el Secretario del Trabajo Marath Bolaños han podido conocer el destino de los recursos y cuotas sindicales.


 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *