Empresario y trabajador secuestraddos son hallados sin vida en Zacatecas
En un trágico giro de los acontecimientos, Víctor Manuel Ponce Ríos, de 57 años, y su trabajador, Luis Fernando García, de 24 años, fueron encontrados sin vida en Zacatecas después de haber sido secuestrados el pasado 23 de mayo. Esta terrible noticia ha dejado a la comunidad consternada y ha puesto de manifiesto una vez más la violencia que aqueja a varias regiones de México.
La historia de Víctor Manuel Ponce y su familia es desgarradora. Hace una década, huyeron de Saucillo, Chihuahua, debido a la violencia generada por el crimen organizado. Buscando un lugar seguro para establecerse, se asentaron en Huejúcar, Jalisco, con la esperanza de dejar atrás los horrores que habían presenciado. Sin embargo, descubrieron que la violencia los había seguido hasta allí.
El centro de acopio de ganado de Víctor Manuel Ponce, ubicado en el kilómetro 2 del libramiento Huejúcar-Monte Escobedo, fue asaltado y saqueado el día que desapareció junto con Luis Fernando García. La noticia se difundió rápidamente a través de las redes sociales, y la hija de Víctor, Anais Ponce, grabó un emotivo video en el que pedía ayuda para localizar a su padre y a su compañero de trabajo.
Tras días de angustia e incertidumbre, la familia recibió la devastadora noticia de que los cuerpos de Víctor Manuel Ponce y Luis Fernando García habían sido encontrados en Zacatecas. Anais Ponce expresó su gratitud por el apoyo recibido y destacó la importancia de la unión ciudadana para combatir la violencia y la impunidad que afectan a tantas personas inocentes en el país.
Las autoridades han estado en contacto con la familia y han colaborado estrechamente en la investigación del caso. Ricardo Sánchez Berumen, coordinador general estratégico de Seguridad, informó que se ha solicitado la colaboración de la Fiscalía de Zacatecas y que se están realizando las pruebas de confronta genética para confirmar la identidad de los cuerpos encontrados.
Sánchez Berumen destacó que el caso está siendo investigado de manera diligente y que esperan tener más noticias próximamente. Sin embargo, la triste realidad es que otra familia ha sido víctima de la violencia despiadada que continúa azotando a diversas regiones de México. La exigencia de justicia por parte de la familia y la comunidad es comprensible, ya que la omisión de las autoridades ha contribuido a que situaciones como estas se repitan una y otra vez.