Placer Exótico: una anguila viva con limón por el recto


Anguila Viva y Limón en el Intestino de un Hombre: Una Escena que Ni la Ficción se Atrevería a Imaginar

Vietnam – En un capítulo digno de una serie de comedia absurda, médicos del Hospital Viet Duc se encontraron con una situación tan surrealista que probablemente nunca se atreverían a escribir en un guion de televisión. Un hombre de 31 años, de origen hindú, se presentó en el hospital con un dolor abdominal tan intenso que sólo podía ser causado por algo fuera de lo común. ¿La causa? Una anguila viva en su intestino. Ah, y también un limón, porque ¿por qué no?

Los médicos, probablemente con un toque de incredulidad, decidieron realizar una exploración con rayos X. Lo que descubrieron fue una anguila de 66 centímetros, intentando morder su camino fuera del tracto digestivo del desafortunado hombre. Y sí, no es una broma: una anguila mordisqueando su camino para escapar.

Inicialmente, los médicos intentaron extraer al resbaladizo y no deseado huésped con una sonda, un procedimiento que resultó ser tan efectivo como tratar de atrapar un pez con las manos desnudas. Sin éxito en sus esfuerzos, tuvieron que recurrir a una cirugía abdominal. Con pinzas y mucha paciencia, lograron extraer la anguila. Pero la historia no termina ahí, porque en un giro inesperado y completamente inexplicable, también encontraron un limón.

El subdirector del Centro de Cirugía de Colon y Recto del hospital, Dr. Le Nhat Huy, comentó que habían realizado numerosas cirugías para eliminar objetos extraños del recto de los pacientes, desde botellas de vidrio hasta juguetes sexuales. Sin embargo, confesó que esta era la primera vez que tenían que retirar un animal vivo. “Y un limón”, probablemente pensó para sus adentros, con una mezcla de asombro y resignación.

El paciente, quien habría muerto sin tratamiento, ahora tendrá que vivir con una bolsa de colostomía por el resto de su vida.

Una advertencia, tal vez, de que la creatividad a la hora de experimentar mayor placer con el cuerpo humano tiene sus límites.

Pero, hey, al menos tiene una historia increíblemente extraña para contar… si es que alguna vez quiere recordarla.


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