Araña violinista: síntomas y riesgos en temporada de calor

Araña violinista: síntomas y riesgos en temporada de calor

Con la llegada del calor y las lluvias, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten sobre el incremento de la araña violinista en hogares mexicanos, un arácnido cuya mordedura puede tener consecuencias graves si no se atiende de forma inmediata. Este fenómeno es más común entre los meses de mayo y julio, cuando las condiciones climáticas propician su aparición en espacios cerrados.

¿Qué es la araña violinista?

La araña violinista (género Loxosceles) es una de las especies más peligrosas en México. Se le reconoce por la marca oscura en forma de violín ubicada en la parte superior de su tórax, que la hace fácilmente identificable. A diferencia de otras arañas, no teje telarañas visibles, ya que prefiere moverse libremente por sitios oscuros y secos.

Características principales:

  • Tamaño pequeño a mediano (entre 1 y 2.5 cm).

  • Color café claro, rojizo o amarillento.

  • Marca con forma de violín.

  • Hábitos nocturnos y solitarios.

  • Movimiento lento y sigiloso.

Temporada de mayor riesgo

Aunque la araña violinista puede encontrarse todo el año, su presencia se intensifica entre mayo y julio, en plena temporada de calor. Las lluvias también propician que busquen refugio en interiores, como casas, oficinas o bodegas.

Factores que favorecen su presencia:

¿Dónde se esconden?

Gracias a sus hábitos nocturnos y su habilidad para ocultarse, la araña violinista suele encontrarse en:

  • Zapatos, ropa almacenada y cobijas.

  • Muebles, cajones y detrás de cuadros.

  • Sótanos, áticos y bodegas oscuras.

  • Grietas en techos, paredes o pisos.

  • Espacios con acumulación de objetos.

La UNAM recomienda mantener una limpieza continua, revisar la ropa y el calzado antes de usarlos, y sellar grietas o rendijas para evitar que entren a las viviendas.

¿Cómo es la picadura y cuáles son los síntomas?

Uno de los aspectos más peligrosos de esta araña es que su mordedura es casi imperceptible al inicio. No causa dolor inmediato, lo que retrasa la atención médica y permite que el veneno comience a actuar.

Síntomas iniciales:

  1. Enrojecimiento y calor local.

  2. Hinchazón progresiva.

  3. Dolor moderado (después de algunas horas).

  4. Picazón intensa.

  5. Aparición de una lesión central de color púrpura o negra.

Síntomas avanzados:

  1. Fiebre, náuseas y vómitos.

  2. Dolor abdominal y debilidad.

  3. Necrosis cutánea: muerte del tejido alrededor de la mordedura.

  4. Fallas orgánicas o paro cardiorrespiratorio en casos extremos.

Grupos vulnerables: Niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas o inmunodepresión tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves.

¿Qué hacer ante una picadura de araña violinista?

Ante cualquier sospecha de haber sido mordido por este arácnido, sigue estos pasos:

  1. Lava la zona afectada con agua y jabón, sin frotar.

  2. Aplica compresas frías para controlar la inflamación.

  3. Evita remedios caseros o automedicación.

  4. Acude de inmediato a un hospital o centro de salud.

  5. Si puedes hacerlo con seguridad, captura a la araña en un frasco para su análisis.

El tiempo de respuesta médica es crucial. Mientras más rápido se reciba atención, menores serán las secuelas.

¿Las mascotas también están en riesgo?

Sí. Aunque no es frecuente, las mascotas pueden ser mordidas si entran en contacto con la araña. En caso de presentar síntomas como letargo, dolor, hinchazón o fiebre, se debe acudir al veterinario de inmediato.

¿Debo matarla si la encuentro?

La UNAM señala que la araña violinista no debe ser eliminada indiscriminadamente, ya que cumple una función ecológica al controlar plagas e insectos menores.

Recomendación: Si no representa un riesgo inmediato, se puede capturar en un recipiente cerrado y liberarla en una zona natural alejada del hogar.

Medidas preventivas para evitar su presencia

  • Limpieza constante en closets, cajones y bodegas.

  • No acumular objetos innecesarios en espacios cerrados.

  • Sacudir ropa y calzado antes de usarlos.

  • Sellar grietas y rendijas en techos, muros y pisos.

  • Colocar mallas en puertas y ventanas.

  • Mantener bien iluminadas las zonas oscuras del hogar.

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