Leidy y Alexa, de 11 y 7 años mueren en ataque del Ejército
Familiares niegan fuego cruzado y exigen justicia
Culiacán, Sin.— Leidy y Alexa, de 11 y 7 años, perdieron la vida tras un ataque perpetrado por elementos del Ejército Mexicano en Badiraguato, Sinaloa. Según testimonios de sus familiares, el hecho no ocurrió en medio de un fuego cruzado, como aseguran las autoridades, sino que fue resultado de una agresión directa hacia la camioneta en la que viajaban con rumbo a la escuela. La versión oficial ha sido duramente cuestionada por los sobrevivientes, quienes exigen que el caso no quede impune.
El incidente sucedió la mañana del lunes 6 de mayo, durante el fin de semana largo por el “puente” escolar. La familia se desplazaba en una camioneta por una zona rural cuando, sin previo aviso, recibió múltiples disparos por parte de elementos militares. En el ataque también resultaron heridos los padres de una de las niñas y Gael, un adolescente de 12 años, quienes actualmente se encuentran hospitalizados.
De acuerdo con uno de los sobrevivientes, durante el ataque suplicaron a los militares que cesaran el fuego. “Yo les gritaba: ‘¡No nos maten, traemos puros niños, vamos a llevarlos a la escuela!’, y no nos hicieron caso”, relató con voz quebrada. La familia asegura que no hubo enfrentamiento previo y que fueron atacados sin razón.
Las autoridades han clasificado el caso como un “daño colateral”, una categoría que implica la muerte accidental de civiles durante operativos militares. Sin embargo, los familiares de las víctimas rechazan esta versión. A través de redes sociales, una tía de las menores expresó su indignación: “A mis pequeñas les arrebataron la vida los MILITARES. Confundieron el automóvil en el que viajaba mi familia y empezaron a disparar sin cesar. Esto no puede quedar impune”.
Mientras tanto, la indignación social crece. Organizaciones civiles han comenzado a pronunciarse en contra de la narrativa oficial y demandan una investigación independiente que esclarezca los hechos. También han exigido la intervención de organismos de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales.
Este caso ha puesto nuevamente sobre la mesa la preocupación por los operativos militares en zonas rurales, donde la población civil queda expuesta a errores fatales. Hasta ahora, las autoridades no han informado sobre sanciones a los responsables, ni se ha confirmado si habrá una revisión del protocolo de actuación de las fuerzas armadas en contextos civiles.
Los familiares de Leidy y Alexa reiteran su petición: justicia. Insisten en que no permitirán que se minimice lo ocurrido y seguirán alzando la voz hasta que haya consecuencias claras para los responsables.