Expolicías caen en Puebla por homicidio y nexos criminales
Cuatro expolicías fueron arrestados en Puebla tras ser identificados como responsables del asesinato de dos agentes. También enfrentan señalamientos por colaborar con redes criminales, filtrar información y entorpecer investigaciones relacionadas con homicidio y tráfico de drogas.
El operativo concluyó el 1 de agosto. Las autoridades aseguraron un arma larga, cartuchos y un cargador. Los detenidos quedaron a disposición del Ministerio Público para continuar con el proceso judicial.
Coordinación institucional permitió las capturas
El despliegue contó con la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y autoridades del estado de Puebla. Gracias al trabajo conjunto, las corporaciones lograron ubicar a los implicados y ejecutar las órdenes de aprehensión.
Durante los meses previos, las autoridades vigilaron a los sospechosos, reunieron evidencia y establecieron sus vínculos con los crímenes. Las detenciones se realizaron en distintos puntos del municipio de Puebla sin que se registraran enfrentamientos.
Los organismos responsables destacaron la colaboración del gobierno estatal y reiteraron su compromiso con el combate a la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad.
Casos similares en otros estados reflejan un patrón preocupante
El caso de Puebla se suma a una lista creciente de funcionarios detenidos por colaborar con el crimen organizado. Entre 2024 y 2025, varios estados reportaron arrestos y sanciones contra policías, jefes de seguridad y exfuncionarios.
En Chiapas
Arrestaron a más de 50 policías por trabajar con redes delictivas. Algunos enfrentan cargos por desapariciones forzadas y motines.
Oaxaca
Reportó la separación de 16 agentes por delitos como extorsión y secuestro. También se incautaron armas de uso exclusivo del Ejército.
En Jalisco
Se documentaron más de 280 policías involucrados en actividades ilícitas. Varios participaron en homicidios o encubrieron delitos graves.
El Estado de México vivió una operación conocida como “Enjambre”, que terminó con la detención de altos mandos y una alcaldesa por proteger a grupos delictivos. En Tabasco, un exsecretario de Seguridad Pública huyó del país tras ser vinculado con redes criminales y ahora tiene ficha roja de Interpol.
Infiltración criminal debilita el estado de derecho
Cuando miembros de las fuerzas de seguridad colaboran con estructuras delictivas, la confianza ciudadana se derrumba. Esta infiltración permite que los criminales evadan la ley, manipulen investigaciones y mantengan el control de territorios.
Además, la impunidad se fortalece. Las víctimas pierden el acceso a la justicia y los ciudadanos quedan expuestos a mayor violencia.
No basta con arrestar a los culpables. Es necesario prevenir que estos vínculos existan desde dentro. Para lograrlo, se requieren filtros más estrictos, auditorías constantes y voluntad política.
Fortalecer las instituciones desde adentro
El combate real contra la violencia empieza dentro de las instituciones. Detectar y eliminar a quienes traicionan su deber es clave para reconstruir la seguridad.
La coordinación entre niveles de gobierno debe traducirse en acciones firmes, no solo en operativos. Capacitación, controles internos y sanciones ejemplares forman parte de la solución.
Limpiar las corporaciones de seguridad no es solo una tarea operativa, es una prioridad nacional.
