Denuncian acoso y despido en el CEDIPIEM
Ex trabajadora acusa represalias tras levantar denuncia
Un nuevo caso de presunto acoso laboral y sexual sacude al Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Indígenas (CEDIPIEM) en el Estado de México. La denunciante, una ex trabajadora de la dependencia, asegura haber sido víctima de hostigamiento sistemático por parte de un alto funcionario. Tras intentar reportar los hechos internamente, fue despedida sin mayor explicación. El caso de acoso en CEDIPIEM ya está en manos de la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia de Género.
Según su testimonio, el señalado es Éder “N.”, secretario particular del titular de la vocalía del CEDIPIEM, quien habría comenzado con actitudes inapropiadas en el entorno laboral que escalaron a situaciones personales de acoso. La mujer relata que fue orillada a un estado de miedo constante, especialmente luego de que el funcionario presuntamente la agrediera verbalmente y actuara de forma denigrante bajo los efectos del alcohol durante una convivencia fuera del horario laboral.
Afirma que hubo amenazas y silencio institucional
La ex colaboradora asegura haber informado del comportamiento al vocal de la institución, así como a otros mandos, entre ellos Manuel Quiñones, actual encargado del despacho del CEDIPIEM. Aunque inicialmente recibió promesas de que se investigaría, días después fue retirada de la nómina. La afectada sostiene que no solo se trató de una omisión institucional, sino de una represalia directa por atreverse a hablar.
Aún más grave, indica que Fernanda Rivera, subdirectora de Cultura Indígena, le ofreció dinero a cambio de formalizar la denuncia. Según su testimonio, esta propuesta habría estado motivada por conflictos internos dentro del CEDIPIEM, donde los intereses políticos y personales podrían estar detrás del manejo del caso.
Pide la intervención de la gobernadora
La víctima ha solicitado públicamente la intervención de la gobernadora Delfina Gómez, argumentando que una institución encargada de proteger a comunidades vulnerables no puede permitir que se normalicen estas prácticas dentro de su estructura. También exige garantías para su seguridad y la de su familia, pues asegura haber recibido amenazas tras hacer públicas sus acusaciones.
La denunciante asegura que el clima dentro de la dependencia es “deplorable”, y que mientras los pueblos indígenas siguen esperando atención, al interior del CEDIPIEM persisten dinámicas de impunidad que contradicen el discurso oficial de transformación.
El caso podría escalar políticamente
Aunque las investigaciones apenas comienzan, el caso ya se posiciona como un foco de tensión dentro del gobierno estatal. La ex trabajadora asegura no buscar venganza, sino justicia, y recalca que “no se puede transformar nada si se sigue encubriendo el abuso”.
La Fiscalía del Estado de México ya recibió la denuncia, pero hasta el momento no ha informado sobre avances en el caso ni sobre posibles medidas de protección para la denunciante.