Escándalo en la Marina: Capitán se suicida tras ser señalado en red de huachicol fiscal

Altamira, Tamaulipas. — Un nuevo escándalo sacude a las fuerzas armadas del país. Este lunes 8 de septiembre, el capitán de navío Abraham Jeremías Pérez Ramírez, alto mando de la Secretaría de Marina, se quitó la vida en su oficina en el puerto de Altamira, Tamaulipas, tras ser señalado como parte de una red de corrupción ligada al contrabando de combustible, mejor conocido como huachicol fiscal.

Pérez Ramírez, quien se desempeñaba como titular de la Unidad de Protección Portuaria, fue mencionado por un testigo protegido en una investigación federal, donde se le acusa de presuntamente recibir sobornos de hasta 100 mil pesos por cada buque implicado en la operación ilegal.

El suicidio ocurrió en medio de un creciente operativo nacional que ya ha derivado en la detención de 14 personas, entre ellos exfuncionarios de aduanas, empresarios y otros elementos navales, todos señalados por su participación en esta red que operaba desde los principales puertos del país.

La muerte del capitán se da en un momento crítico, justo cuando las autoridades buscaban profundizar en la estructura de esta red de corrupción. La forma en la que ocurrió —dentro de instalaciones oficiales y a plena jornada laboral— ha encendido las alarmas sobre el grado de presión, complicidad o desesperación que pudo haber enfrentado el oficial.

Hasta el momento, ni la Secretaría de Marina ni la Fiscalía General de la República han ofrecido una postura oficial sobre el hecho, lo que ha alimentado especulaciones en torno al alcance real de esta red y al nivel de implicación de mandos medios y altos en las Fuerzas Armadas.

Este episodio no solo deja al descubierto una posible infiltración del crimen organizado en instituciones clave del Estado, sino que también plantea serias dudas sobre los mecanismos internos de control y rendición de cuentas dentro de la Marina.

Mientras tanto, la ciudadanía y sectores estratégicos del país observan con preocupación lo que podría ser uno de los casos de corrupción más graves en el ámbito marítimo-militar en los últimos años.

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