¡Infierno en quirófano! Muere niña de 14 años tras aumento de pecho sin autorización

La menor fue sometida a un aumento de pecho y una lipoescultura; autoridades investigan posibles responsabilidades legales y médicas

Una adolescente de 14 años falleció tras someterse a una cirugía estética en la Clínica Santa María, en Durango. El procedimiento, que incluyó un aumento de senos y una lipoescultura abdominal, fue realizado el pasado 12 de septiembre. Su padre, Carlos Arellano, ha denunciado públicamente que la intervención se llevó a cabo sin su consentimiento y exigió que se investigue a todos los involucrados.

La menor, identificada como Paloma Nicole, ingresó a cirugía bajo la autorización de su madre, quien presuntamente es pareja sentimental del médico que practicó la operación. El padre aseguró que fue engañado respecto al paradero de su hija, pues se le dijo que la joven estaba de viaje en unas cabañas debido a un supuesto contagio de COVID-19.

“La encontré intubada, ya no podía hablar”

Arellano relató que fue hasta días después que recibió una llamada informándole que su hija estaba grave y hospitalizada. Al acudir al Hospital Santa María, la encontró ya intubada, en estado crítico y sin poder comunicarse. Poco después, Paloma Nicole falleció.

El certificado de defunción inicialmente consignó como causa de muerte una “enfermedad”, hecho que el padre calificó como un intento de encubrimiento. Si bien ambos padres firmaron el documento que indicaba que no procederían legalmente contra nadie, al conocer que la muerte ocurrió tras una cirugía estética, Carlos Arellano acudió a la Fiscalía estatal para solicitar una necropsia y el inicio de una investigación formal.

Cirugías sin aval paterno

El comisionado de la Coprised (Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Durango), Saúl Fernández Saracho, confirmó que, además del aumento de pecho, a la adolescente se le practicó una lipoescultura abdominal días antes de su muerte. Estos hallazgos refuerzan la sospecha de que la menor fue sometida a procedimientos estéticos sin el consentimiento del padre, lo que podría constituir una violación legal y ética.

Investigación en curso

La Fiscalía de Durango informó que el caso sigue bajo investigación y que tanto la madre como el médico tratante podrían enfrentar consecuencias penales si se comprueba negligencia, omisiones médicas o participación en una cirugía no autorizada legalmente. Las autoridades ministeriales también analizan la posible responsabilidad de la clínica y su personal administrativo.

Exigen justicia

Carlos Arellano ha solicitado públicamente que se finquen responsabilidades:

“El doctor, la madre, el hospital, sus administrativos y quienes participaron en este encubrimiento deben responder por la muerte de mi hija.”

El caso ha generado una ola de indignación en redes sociales y medios de comunicación, donde se cuestiona la permisividad para realizar intervenciones estéticas en menores de edad y se exige mayor regulación en clínicas privadas.

En México, los procedimientos quirúrgicos estéticos en menores de edad requieren la autorización expresa de ambos padres o tutores legales, además de evaluaciones psicológicas y médicas. Especialistas en bioética han señalado que, en muchos casos, estos requisitos son omitidos en clínicas privadas que operan con poca supervisión estatal.

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