En la carretera México-Querétaro detectan venta de huachicol cada 100 metros

En la carretera México-Querétaro detectan venta de huachicol cada 100 metros

 

Fuente: Reforma

La venta de gasolina y diésel robados, conocida como huachicol, continúa extendiéndose de manera alarmante en las carreteras del país, exponiendo la incapacidad de las autoridades para controlar esta actividad ilegal. En un recorrido reciente por la carretera México-Querétaro, se identificaron 40 puntos de venta ilegal en un tramo de apenas 4 kilómetros, lo que representa un crecimiento exponencial respecto a años anteriores.

La ruta del huachicol

Entre los poblados de Celayita y El Gavillero de la Trinidad, en una zona limítrofe de Querétaro, Hidalgo y el Estado de México, la venta de huachicol se ha convertido en un comercio visible y organizado. El precio del combustible en estos puntos es hasta 42% más barato que en las gasolineras oficiales: el litro de gasolina se vende a 14 pesos y el diésel a 16 pesos, mientras que en los establecimientos legales los precios rondan los 24 y 26 pesos, respectivamente.

Este tramo no es el único afectado. Informes recientes revelan que en el corredor que conecta las refinerías de Tula y Salamanca, que atraviesa Guanajuato y Querétaro, se ha intensificado la actividad delictiva. Los registros oficiales indican un aumento en los piquetes a los ductos de Pemex, lo que agrava el problema.

Nuevo León: otro epicentro del huachicol

La situación es igual de crítica en Nuevo León, donde la venta de combustible robado florece a plena luz del día en carreteras como el Libramiento Noroeste y la Carretera Libre a Nuevo Laredo. Durante 2024, los municipios de este estado registraron un incremento del 64% en tomas clandestinas.

En zonas como Monterrey, Escobedo y Santa Catarina, los puntos de venta son fáciles de identificar: lámparas parpadeantes y negocios disfrazados de vulcanizadoras o restaurantes operan como fachada. Según testimonios, los compradores saben que solo deben buscar estas señales para abastecerse de combustible robado.

La ineficacia de las autoridades

A pesar de los patrullajes constantes de la Guardia Nacional y los reportes de capturas de líderes delictivos, el huachicoleo sigue proliferando. Los locales improvisados y las redes de distribución ilegal evidencian un control territorial por parte de grupos criminales que han convertido el robo de combustible en un negocio multimillonario.

El costo de la impunidad

La venta de huachicol no solo representa pérdidas millonarias para Pemex, sino que también amenaza la seguridad en las comunidades afectadas, fomenta la corrupción y alimenta la violencia del crimen organizado. Sin una estrategia integral que ataque las causas profundas del problema, como la pobreza y la falta de empleo, el huachicoleo seguirá siendo un desafío insuperable para las autoridades mexicanas.

La carretera México-Querétaro y las vías de Nuevo León son solo una muestra de un problema que recorre el país de punta a punta, dejando a su paso un rastro de ilegalidad e impunidad que parece no tener fin.

 

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